Capuchino vs. Espresso: 7 diferencias clave

¿Alguna vez te has quedado paralizado al pedir algo en la cafetería? A veces, puede ser peor que intentar elegir una serie en Netflix. Hay demasiadas opciones de café, y algunas son tan parecidas que es como mirarse en un espejo.
No te preocupes, estamos aquí para ahorrarte la ansiedad y ayudarte a decidir qué café pedir. Sigue leyendo para descubrir dos opciones populares: capuchino y espresso.
¿Qué es un espresso?
El espresso puede ser pequeño, pero es realmente poderoso. Se prepara forzando agua caliente a través de granos de café finamente molidos bajo intensa presión, creando una dosis intensa y concentrada de energía líquida. Con raíces en Italia , el espresso es la base de la mayoría de las bebidas de café, desde lattes hasta macchiatos.
Pero no te dejes engañar por su pequeño tamaño: este pequeño y potente café tiene un gran impacto. Cada shot presume de un sabor rico y con cuerpo, con una capa de crema dorada encima, lo que lo convierte en un favorito entre los puristas del café. Si te gusta el café fuerte, rápido y sin complicaciones, el espresso es para ti.
¿Qué es un capuchino?
El capuchino es como un espresso, pero para quienes aún no están listos para probar un ristretto puro. Comienza con un espresso, pero adquiere una textura aterciopelada con leche vaporizada y una gruesa capa de espuma. El resultado es una bebida cremosa y deliciosa, con cuerpo sin ser demasiado pesada.
El capuchino, llamado así por los monjes capuchinos (gracias a su superficie espumosa y marrón, que se asemejaba a sus túnicas), ha sido un clásico del café durante siglos. Ya sea espolvoreado con cacao o canela, o puro, es perfecto si buscas un café fuerte pero suave.
7 diferencias clave entre el capuchino y el espresso
Hasta ahora, parece que la única diferencia entre un espresso y un capuchino es un chorrito de leche y espuma. ¿Es eso realmente todo? Resulta que estas bebidas tienen más matices de los que crees. Sigue leyendo para descubrir siete diferencias que debes considerar antes de pedir tu café.
1. De qué están hechos
Tanto el espresso como el capuchino parten del mismo ingrediente clave: granos de café de alta calidad, generalmente una mezcla de arábica y robusta. Pero mientras que el espresso se compone simplemente de café y agua, el capuchino lo lleva a otro nivel con leche vaporizada y espuma de leche.
El espresso proporciona una base de café intensa y rica, mientras que la leche del capuchino suaviza la intensidad y aporta una textura aterciopelada. Tanto si se opta por un espresso de origen único como por un capuchino cuidadosamente elaborado, la diferencia clave reside en lo que se añade: el capuchino es más un trabajo en equipo, mientras que el espresso es un proceso individual.
2. Cómo se preparan
El espresso se basa en la velocidad y la precisión. El café molido fino se compacta en un portafiltro y se vierte agua caliente a alta presión, lo que produce un espresso potente y concentrado en unos 25 a 30 segundos.
El capuchino empieza de la misma manera, pero se le añade una capa de espuma con leche vaporizada y espuma de leche, generalmente en una proporción 1:1:1: un tercio de espresso, un tercio de leche vaporizada y un tercio de espuma. Esto crea una bebida con múltiples capas que combina intensidad y cremosidad.
3. Sabor y textura
El espresso tiene un sabor intenso, amargo y muy intenso, con notas de chocolate, caramelo o fruta, según el tueste. Es espeso, ligeramente almibarado, y cubierto con una crema dorada que le da un toque de frutos secos.
El capuchino, en cambio, es más suave y sedoso. La leche vaporizada y la espuma suavizan el amargor, dejándolo suave, cremoso y ligeramente dulce. Su textura es aterciopelada y suave al beberlo, lo cual forma parte de la experiencia del capuchino. Ambos son deliciosos, solo que cada uno a su manera.
4. Tamaños de las porciones
El espresso se sirve típicamente en una dosis de 30 ml (1 onza). Algunos más atrevidos optan por una dosis doble (56 ml), pero esa es la dosis máxima.
El capuchino, por otro lado, es un poco más generoso, llegando generalmente a 180 ml (6 onzas). El volumen extra proviene de la leche vaporizada y la espuma, lo que le da una textura más ligera y esponjosa. Mientras que el espresso se toma rápido, el capuchino se disfruta a sorbos lentos, perfecto para disfrutarlo conversando (o en una pausa para el café digna de Instagram).
5. Maridajes de comida
El espresso es la opción predilecta de los puristas del café y se acompaña mejor con un vaso de agua para limpiar el paladar. Pero si quieres picar algo, combina de maravilla con chocolate negro, biscotti o un croissant con mantequilla.
El capuchino, por otro lado, combina a la perfección con pasteles, scones o incluso una rebanada de pastel. Piensa en biscotti de almendra, tartas de frutas o un hojaldre danés. El espresso es para quienes buscan una solución rápida, mientras que el capuchino invita a relajarse y disfrutar de un dulce y placentero descanso.
6. Contenido de cafeína
Si la cafeína es tu prioridad, el espresso es el rey. Un solo shot (aproximadamente una onza) contiene alrededor de 63 mg de cafeína , mientras que un capuchino, típicamente preparado con un solo shot, contiene la misma cantidad.
Sin embargo, si pides un capuchino de 355 ml (12 onzas), estás consumiendo aproximadamente 150 mg de cafeína . La principal diferencia es que el capuchino se diluye con leche, lo que hace que el efecto de cafeína sea menos intenso.
Si eres como nosotros, probablemente intentas minimizar la cafeína. No te culpamos: todo es diversión hasta que te dan nervios y náuseas por el café .
Si buscas el placer de un espresso sin las desventajas de una sobredosis de cafeína, pide tu bebida descafeinada o cámbiala por una porción concentrada de nuestro Mushroom Coffee+ . Cada porción contiene solo 45 mg de cafeína, además de una mezcla de nootrópicos que te ayudará a sentirte concentrado, relajado y motivado. Además, obtendrás 4 g de colágeno para favorecer la salud intestinal, de la piel y del cabello.
7. Contenido calórico
El espresso es básicamente el café negro de los campeones: sin azúcar, sin leche y solo unas dos calorías por dosis . Sin embargo, gracias a la leche vaporizada y la espuma, un capuchino estándar de 170 ml contiene entre 60 y 120 calorías, dependiendo del tipo de leche que se use.
Si estás cuidando tu consumo de calorías, quizás prefieras optar por un espresso o sustituir la leche entera por leche de avena, de almendras o desnatada. También puedes pedir un capuchino seco , que elimina por completo la leche vaporizada.
¿Cuál deberías elegir?
¿Tienes dudas entre capuchino y espresso? Piénsalo así: si necesitas un subidón rápido de cafeína sin distracciones, el espresso es tu mejor opción. Es intenso, eficaz y directo, como un café que te llega al alma.
Pero si buscas algo más suave, cremoso y un poco más suntuoso, el capuchino es tu bebida. Es perfecto para tomarlo despacio y para una cita con un café. Si buscas menos calorías, el espresso es la mejor opción, pero si buscas algo para darte un capricho sin romper la dieta, el capuchino es la mejor opción.
El resultado final
El espresso y el capuchino pueden provenir del mismo grano de café, pero sus personalidades son completamente diferentes. Uno es intenso y se caracteriza por su rapidez, mientras que el otro es suave, cremoso y está hecho para tomarse lentamente.
Ya sea que se te antoje una dosis rápida de cafeína o un capricho reconfortante, ambas bebidas aportan su propia magia a la mesa. Y, por supuesto, siempre puedes añadir un toque mágico extra con nuestro Café de Champiñones +. Visita el blog Everyday Dose para más consejos y trucos sobre café.
Fuentes:
Información nutricional y análisis del café y el espresso | Valor nutricional
Tamaño de la porción de café. Cafeína (mg) | Centro para la Ciencia en el Interés Público
Contenido de cafeína en café, té, refrescos y más | Clínica Mayo
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